Si quieres escaparte unos días, dejar el móvil en modo avión y perderte con tu persona favorita en playas de agua cristalina, este sitio te va a encantar. El Parque Natural de Cabo de Gata es un lugar mágico y famoso por sus paisajes paradisíacos, donde las aguas cristalinas y los colores turquesas son los grandes protagonistas. Situado en la costa de Almería, en la región de Andalucía, este precioso lugar ofrece un sin fin de calas vírgenes repartidas por todo el litoral, un destino ideal si lo que buscas es relajarte y disfrutar de unos días súper románticos con tu media naranja.
Prepárate para descubrir playas de película y algún que otro rincón secreto donde perder la noción del tiempo. ¡Toalla, protector solar y buen rollo, que empezamos!
En este artículo encontrarás...
ToggleMapa de las mejores playas del Cabo de Gata
Para que no te pierdas nada, aquí tienes un mapa con todas las playas y calas que vas a ver en esta guía y las que consideramos que son imperdibles para una escapada en pareja. Te recomiendo que lo guardes, porque te va a venir genial para organizar tu ruta.
1. La playa de los Muertos, un lugar idílico donde enamorarte
Sí, el nombre puede echarte un poco para atrás, pero que no te engañe: la Playa de los Muertos es una de las más espectaculares del Cabo de Gata. Y es que no es para menos, ya que está incluida cada año en las listas de las mejores playas de España.
Se encuentra situada entre Carboneras y Aguas Amargas y con un kilómetro de distancia, alejada de cualquier pueblo, por lo que le otorga cierta intimidad, perfecta para disfrutar en pareja. Sin duda es una parada obligatoria si visitas Almería.
Sus aguas son tan transparentes que verás tus propios pies aunque estés hasta la cintura. Es perfecta si te gusta el snorkel, así que.. ¡no olvides tus gafas!
Su playa está formada por piedrecitas que a medida que te acercas a la orilla, son cada vez más pequeñas. Esto permite que no sean muy molestas y a la vez sean muy fáciles de quitar del cuerpo. Es una buena opción si lo que más odias de la playa es sentir que tienes arena por todo el cuerpo.
¿Cómo llegar a playa de los muertos?
Llegar a esta playa no es precisamente como aparcar en primera línea y bajar con las chanclas puestas. Hay que ganárselo un poco. Pero oye, lo bueno se hace esperar, y este rincón merece cada paso.
Para empezar, el coche se queda en el parking (cuesta unos 5 € en verano y puedes estar todo el día). Desde ahí, toca decidir tu aventura:
Ruta 1: sale desde el punto de información. Son 700 metros, pero tiene bastante desnivel. Buenas vistas y una bajadita que te pone los gemelos a tono.
Ruta 2: comienza desde el mismo aparcamiento. Es más corta, sí, pero mucho más escarpada. Si te va lo “todo terreno”, esta es la tuya.
Ruta 3: empieza desde el mirador (donde las vistas ya te enamoran). Hay unas escaleras un poco irregulares, así que baja con calma y buen calzado.
Elijas la ruta que elijas, cuando pongas un pie en esa playa de aguas turquesa… lo vas a entender todo.
2. Playa de Mónsul: arena volcánica y puro cine
Si esta playa te suena de algo, puede que la hayas visto en pelis como Indiana Jones. La Playa de Mónsul es todo un icono del Cabo de Gata, con su famosa roca volcánica en mitad de la arena.
El acceso es fácil, aunque en temporada alta conviene madrugar para encontrar sitio. Arena fina, aguas limpias y un paisaje volcánico precioso.
No hay edificaciones ni chiringuitos, solo naturaleza en estado puro, lo que le da ese aire virgen tan difícil de encontrar hoy en día. Perfecta para sacar fotos en pareja y fardar en Instagram.
3. Playa de los Genoveses: naturaleza en estado puro
Una de las playas más amplias y tranquilas de este parque natural, y también una de las más queridas por quienes buscan intimidad, belleza y desconexión. Está ubicada cerca del pueblo de San José y el entorno es completamente natural, sin construcciones ni ruidos, solo dunas y el sonido del mar.
Es el lugar perfecto para pasar un día entero en pareja, tomando el sol. La arena es doradita y el agua suele estar tranquila, así que es ideal para tumbarse a no hacer nada o darse un chapuzón con tu amorcito. En verano puede haber más gente, pero sigue teniendo mucho encanto.
4. Cala de Chamorro: un rincón secreto solo para dos
Si eres de los que piensan que los mejores lugares no están en los mapas turísticos, la Cala de Chamorro te va a encantar. Esta calita escondida es uno de esos rincones casi secretos del Cabo de Gata, donde parece que el tiempo se detiene y solo existís tú, tu pareja y el sonido del mar.
Está ubicada entre San José y la Playa de los Genoveses, y no es fácil de encontrar si no sabes que existe. Para llegar hay que caminar un poquito entre senderos y rocas, pero esa pequeña aventura hace que la recompensa se disfrute el doble.
La cala es pequeñita, de arena oscura y rodeada de formaciones rocosas que la protegen del viento y de las miradas curiosas. Aquí no hay cobertura, ni chiringuitos, ni sombrillas alquiladas… solo calma, privacidad y naturaleza en estado puro.
Es ideal si buscáis escapar del bullicio, leer tumbados al sol, o simplemente contemplar el horizonte en buena compañía. Eso sí, lleva agua, algo de picar y calzado cómodo, porque aquí el plan es desconectar de todo (literalmente).
Cala de Chamorro es el típico sitio que no le cuentas a nadie… pero que recuerdas para siempre.
5. Cala de Enmedio: un pequeño tesoro entre acantilados
Esta cala es de las más pequeñas de todo el parque, y es que apenas supera los 200 metros. Aun así que no te engañe su tamaño, ya que además de ser la más pequeña es la más bonita. Se encuentra totalmente alejada de la red de carreteras y entre sus singularidades se encuentra el estar delimitada por unas bellas paredes de grandes piedras blancas.
Su acceso no es el más cómodo del mundo (hay que andar un ratito desde Agua Amarga), pero eso es precisamente lo que la hace tan especial. Al contrario que la Playa de los Muertos, la arena de la Cala de Enmedio es muy fina por lo que podrás pasear por diversas dunas.
Aquí no hay chiringuitos ni sombrillas de alquiler. Solo paz, mar y tú con tu pareja disfrutando del momento. Llévate agua, algo de picoteo y déjate llevar por la magia del lugar.
6. El Arrecife de las Sirenas: un espectáculo natural para enamorados
Imagina un lugar donde el mar y la tierra se fusionan en una danza eterna, creando siluetas que parecen sacadas de un cuento de hadas. Así es el Arrecife de las Sirenas, un conjunto de formaciones volcánicas que emergen del agua como si fueran las crestas de un dragón dormido.
Aunque no es una playa para extender la toalla y pasar el día, este rincón es perfecto para hacer una parada con tu pareja, contemplar el horizonte y capturar fotografías que robarán suspiros. El atardecer aquí es espectacular, ideal para compartir un momento inolvidable juntos.
7. Playa de la Media Luna
Justo al ladito de Mónsul —pero sin tanto jaleo— se encuentra esta cala que hace honor a su nombre: la Playa de la Media Luna. Tiene esa forma redondeada tan fotogénica, pero lo mejor es el rollo tranquilo que se respira.
Aquí no suele haber tanta gente, así que puedes plantar la toalla con calma, darte un baño relajado y estar a tu bola sin que nadie te moleste. Tiene arena fina, el agua está que parece una piscina, y entre las rocas y el silencio se crea ese ambiente perfecto para pasar el rato sin hacer absolutamente nada… o mejor dicho, haciéndolo todo: leer, charlar, mirar las nubes o simplemente estar con tu pareja, que para eso has venido.
Si te gusta ir un poco a tu aire y encontrar sitios más íntimos, esta cala te va a gustar mucho.
8. Playa de Las Negras: un rincón auténtico con alma de pescadores
La Playa de Las Negras no es de esas que salen en postales con arena blanca infinita, pero tiene algo que engancha. Ese “no sé qué” que te hace querer quedarte un ratito más. Rodeada por un pueblito tranquilo con aire bohemio y montañas volcánicas al fondo, esta playa tiene mucha personalidad.
Es una mezcla de grava y piedra oscura (de ahí el nombre del pueblo), y lo más habitual es ver algunas barquitas pesqueras flotando mientras el mar baila con calma. El entorno es brutal para hacer snorkel, sobre todo en los días en los que el agua está tranquila y transparente.
No hay mucha infraestructura en la propia playa, así que si quieres tomar algo o picar, lo mejor es acercarte al centro del pueblo, donde hay varios bares y restaurantes con terraza. Además, desde aquí puedes emprender ruta hacia calas más recónditas como Cala de San Pedro, una de esas joyitas que merecen el paseo (o el barquito).
9. La cala del Plomo: un lugar escondido para dos
Si buscas un lugar apartado donde disfrutar del amor, la Cala del Plomo es una de las mejores opciones, ya que se mantiene alejada de las multitudes.
Muy cerquita de Cala de Enmedio y también menos concurrida. Puede que el único inconveniente sea su acceso, uno de los más complicados del Cabo de Gata. No obstante, pese a que tardes algo más de media hora en llegar a ella, el esfuerzo merece la pena.
Tiene un rollo muy relajado, la orilla del mar es suave, ideal si no eres muy fan de las piedras o los resbalones. El entorno es completamente natural con dunas fosilizadas y sin apenas construcciones. Un lugar top para pasar el día con tu persona favorita leyendo, haciendo snorkel o simplemente descansando.
10. La cala San Pedro
Si te apetece un plan diferente y un poco más aventurero, Cala San Pedro te va a enamorar. Solo puedes llegar a pie o en barco, y esa pequeña dificultad ya la convierte en una playa especial. El camino tiene su encanto, y cuando llegas… boom: agua turquesa, tranquilidad y ese rollo alternativo que te hace sentir fuera del mapa.
El ambiente es relajado, libre, muy hippie. Hay quien acampa, quien va con su libro y quien simplemente se tumba a mirar el mar. Si buscas un lugar íntimo donde el tiempo no importe, esta cala lo tiene todo.
11. La Isleta del Moro: encanto pesquero y atardeceres mágicos
Este pequeño pueblo marinero, situado en la Comarca de Níjar, tiene un aire auténtico que enamora. Pasear por sus calles blancas, ver las barquitas flotando en el agua y comerse un pescadito en una terracita ya es un planazo, pero además tiene su propia playa: el Peñón Blanco.
La playa es de arena clara y aguas tranquilas, y tiene unas vistas preciosas del peñón que le da nombre. Además, desde el mirador del pueblo puedes ver la costa y disfrutar de uno de los mejores atardeceres del Cabo de Gata. Plan romántico asegurado.
Consejos prácticos para disfrutar al máximo de las playas del Cabo de Gata
Antes de lanzarte a explorar todas estas playas, aquí van algunos consejos que te van a venir genial si quieres que tu escapada sea de 10:
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Llévate escarpines o zapatillas cómodas. Muchas calas son de difícil acceso o tienen piedrecitas.
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Haz caso al viento. No es broma. Algunas playas pueden estar muy ventosas según el día, así que consulta páginas como Windgurú.
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No te olvides de las gafas de snorkel. El fondo marino de Cabo de Gata es precioso y está lleno de vida.
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Llévate la cámara (o el móvil bien cargado): Aquí cada rincón es más instagrameable que el anterior. Atardeceres, formaciones rocosas, calitas escondidas… no te lo querrás perder.
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Llévate agua y algo para picar: Muchas playas son vírgenes, sin chiringuitos ni servicios. ¡Y el calor aprieta!
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Haz noche en algún pueblito con encanto, como San José, Las Negras o Agua Amarga. Hay alojamientos ideales para parejas.
¿Pensando en una escapada romántica por Cabo de Gata?
Como has podido comprobar, este pequeño paraíso no necesita mucho más para convencerte. Tiene playas tranquilas, paisajes espectaculares y rincones perfectos para ir en pareja. Es ese tipo de lugar al que llegas sin muchas expectativas… y acabas queriendo quedarte un poco más.
Si buscas un plan relajado, diferente y auténtico, este destino no falla.
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